בִּינָה
Tu irradiación es otra porque sabes
de muerte; en tu blancura caben
todas las formas pálidas
de la luz, todas las
sombras; en tu distancia suena
la urraca que amanece y el azul
que vendrá; tenue el ladrillo
tiene, que te va recortando, más
de seiscientos años,
que te va
recordando si recordar pudiera
materia que envejece y
permanece.
Sois el ladrillo
y tú quietos para nosotros
presencias desplazadas que
pasamos; porque de muerte
sabes desvanecida en cielo
con el día, uña casi
invisible o parece que sabes.